Karina estaba muy emocionada por la llegada de su primer bebé. El aspecto de la alimentación era muy importante para ella, así que tomó la decisión de realizar lactancia mixta, alternando leche materna y fórmula.
Ella notó que algo no andaba bien, ya que, a los quince días de nacido, su bebé lloraba mucho sin razón aparente, varias veces al día.
Ya le había cambiado el pañal, seguía meticulosamente las recomendaciones de su pediatra respecto a la dosis de leche diaria que su bebé requería, le hacía eructar, le cambiaba la ropita por si le incomodaba, pero nada parecía funcionar.
Durante la noche, los síntomas empeoraban y todos en casa lloraban por la falta de sueño, ya no solo su pequeño.
Fue así como decidió investigar, pedir ayuda a los especialistas en salud infantil y descubrió las posibles causas ocultas del llanto de su bebé. A partir de ese momento y con los cambios en la rutina, todo empezó a mejorar y su bebé estuvo de mucho mejor ánimo. Sigue leyendo.
¿Por Qué Llora Mi Bebé? Las Causas Más Comunes
El llanto es la principal forma en la que los bebés comunican sus necesidades y emociones. De acuerdo con Nemours Kids Health es normal que un recién nacido llore de 2 a 3 horas al día y se estima que, durante los primeros tres meses, lloran más que en ningún otro período de la vida.
Aunque el hambre, el sueño y el cambio de pañal son las causas más comunes del llanto en los bebés, es cierto que hay otros factores que pueden detonar molestias en los pequeños.
La hora del baño puede ser realmente estresante para algunos bebés debido a la incomodidad con el contacto del agua o el jabón o a que sienten frío.
También hay algunos bebés más sensibles que otros, así que el ruido puede ser un factor estresante para ellos que les impida conciliar el sueño o relajarse. También cuando sienten mucho frío o calor pueden mostrarse irritables.
Otra causa muy común por la que un bebé llora mucho sin razón, son las molestias por gases, que pueden ocasionar varios episodios de llanto al día, debido a que su sistema digestivo está madurando. Es por eso que los expertos aconsejan hacer eructar al bebé después de cada toma de leche para evitar la acumulación de aire en la zona abdominal.
También suele ocurrir que lloren si se sienten solos y necesitan compañía. A algunos bebés les encanta sentir el contacto físico de mamá, papá o sus familiares por más tiempo y otros prefieren pasar más tiempo en su cuna o sillita.
Hay ocasiones en que el llanto es muy persistente, durante más de 3 horas al día por más de 3 veces a la semana y puede ser ocasionado por cólicos, a continuación, unos factores a tomar en cuenta.
Cólicos: El Llorar Incesante que Desespera a los Padres
Los episodios de llanto por cólicos pueden llegar a ser muy desesperantes para los padres y cuidadores, ya que se caracterizan por gritos muy agudos y señales de dolor en el bebé, por lo que resulta muy preocupante ya que parece ser que nada le ayuda a calmarse.
Además, los bebés demuestran algunas señales físicas como enrojecimiento de la cara, aprietan los puños, tensan los brazos y encogen las piernas hacia el abdomen con desesperación.
Este llanto incesante se puede manifestar a partir de los 15 días de nacimiento y hasta los 6 meses. A diferencia del llanto cuando el bebé necesita eructar, que se calma de inmediato después de expulsar el aire, las molestias por cólicos suelen durar más tiempo pese a los intentos de consolarlo y se presentan la mayor parte de las veces en la noche.
Hambre y Sueño: Necesidades Básicas que Provocan Llanto
El llanto por hambre y sueño suele comenzar con unos leves quejidos hasta llegar a su punto máximo si el bebé no es atendido pronto, a continuación unos puntos importantes a considerar:
Hambre: los bebés necesitan alimentarse con frecuencia, en particular los menores de tres meses que requieren leche cada dos a tres horas. Una de los signos más comunes es que tienden a abrir la boca en busca del pecho o el biberón, si no se alimenta rápidamente, el llanto será inevitable.
Sueño: los bebés necesitan muchas horas de sueño al día y si no logran dormir lo suficiente, es muy probable que lloren de cansancio. La American Academy of Sleep Medicine señala que los bebés de 0 a 4 meses pueden dormir hasta 17 horas al día.
Es por ello que resulta muy importante tomar en cuenta sus necesidades de sueño y ayudarles a relajarse. Poner ruido blanco suave o música tranquilizante a nivel bajo puede ser de mucha utilidad al momento de las siestas.
Reflujo y Gases: Molestias Físicas que Causan Llanto
Las molestias físicas por reflujo y gases también ocasionan episodios por los que un bebé llora mucho sin razón, ocasionando que estén irritables y no encuentren consuelo.
Al tener su sistema intestinal todavía inmaduro, tienden a acumular gases lo que provoca muchas molestias y algunos pequeños comienzan a mostrar señales de reflujo gastroesofágico (RGE), que ocurre cuando la leche se devuelve a través del esofago y llega a la garganta o boca, lo que puede provocar vómito.
Los expertos aconsejan algunos métodos para ayudar a aliviar las molestias digestivas, por ejemplo: dar masajes en la zona abdominal para disminuir la tensión y expulsar los gases; mantener al bebé en posición vertical después de las tomas de leche para evitar el reflujo; recomendar cambios en la alimentación de la madre lactante y dar probióticos para fortalecer la flora intestinal del bebé.
¿Es el Llanto una Señal de Enfermedad? Cuándo Preocuparse
Aunque el llanto es normal en los bebés, también puede ser señal de que algo no anda bien. Es importante estar atentos a signos que pueden dar indicios de alguna enfermedad, por ejemplo:
Si el bebé come mucho menos de lo usual, rechaza la leche y presenta algunas señales de deshidratación, como no mojar los pañales durante 3 horas o más durante más de un día.
Si presenta fiebre durante más de dos días, sin una razón clara. De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría, hay que tener claro que la fiebre no es una enfermedad, sino un mecanismo de defensa del sistema inmune para defenderse ante virus o bacterias. Si el bebé es menor de tres meses y la fiebre es igual o superior a 38º, es importante acudir al médico.
Si presenta vómito en grandes cantidades y con mucha fuerza, también conocido como vómito proyectil.
En caso de que no responda a estímulos, se muestre débil y tenga somnolencia excesiva.
En estos casos, es importante acudir con tu pediatra para que haga una valoración médica.
Cómo Calmar a un Bebé que Llora Mucho: Estrategias Efectivas
Algunas estrategias que pueden resultar muy efectivas para calmar a un bebé que llora mucho sin razón son:
Tener un diario del bebé para registrar algunas señales importantes: esto puede ser muy útil sobre todo durante las primeras semanas. Se aconseja anotar algunos puntos importantes de la rutina, por ejemplo, cuál es su comportamiento después de cada toma de leche, cómo es su patrón de sueño y si muestra señales de llanto inesperadas durante el día. Esto puede ayudar a anticipar el llanto y conocer algunas causas.
Porteo: esta es una buena opción para los bebés que necesitan mucho acompañamiento de su figura de apego. Una vez que se han cubierto las necesidades básicas de alimentación, sueño, baño, cambio de pañal y hacerle eructar, se puede cargar el bebé con un fular o rebozo para seguir realizando las actividades cotidianas.
Música y masajes relajantes: crear un ambiente tranquilo y darle un masaje suave al bebé como parte de la rutina diaria puede ser de mucha utilidad para aliviar la tensión en su cuerpo y en el estómago. Además, es un momento de conexión y apapacho que les encanta.
Arrulla a tu bebé de diferentes maneras: el movimiento y el contacto ayuda a los pequeños a relajarse. Puedes utilizar una hamaca de cuna o una silla mecedora para ayudarte, prueba qué le gusta más a tu bebé en estos episodios de llanto intenso.
Sal a dar un paseo: siempre y cuando haya buen clima, puedes llevarle a dar un paseo en su carriola para ayudarle a pasar estos momentos. Algunos bebés se consuelan y se quedan dormidos con el movimiento.
Aunque ver llorar mucho a tu bebé sin razón puede ser muy frustrante, recuerda que primero debes tratar de respirar profundo para así transmitirle a tu pequeño o pequeña la calma que necesita. Identificar las causas comunes resulta muy útil y conforme vaya creciendo, tu bebé dejará de llorar mucho sin razón y podrás disfrutar de sus risas cada vez más frecuentes.
Mantén la calma: enfrentar las primeras enfermedades de tu bebé puede ser difícil, pero con estos consejos podrás actuar con seguridad y cuidarlo mejor. ¡Confía en ti misma, mamá!
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